
Agotamiento emocional: del estrés al bajo consumo
Estamos ya casi inmersos en la época estival y tengamos o no vacaciones, es tiempo de calor, piscinas, playa y ratos de descanso en lugares y situaciones preparadas para el disfrute. Sin embargo, esta predisposición a la risa, al relajo, es experimentada por cada uno de nosotros de un modo diferente. Lo que para unos es divertido para otros es agobio, fuente de estrés que se une a las que acompañan el día a día en el trabajo y en la vida personal. Más allá de lo que es la vida cotidiana de cualquier ciudadano medio se encuentran situaciones que se intensifican, a veces por mantenerse en el tiempo sin resolución.
La persona se siente agotada física y emocionalmente, las relaciones se distancian afectivamente instaurándose la desmotivación, la falta de atención, la desidia. La soledad se convierte en la compañera más cercana.
Es un modo de baja energía que puede pasar inadvertido durante tiempo precisamente por eso, porque es un formato de ahorro en el que se desvanece la consciencia y puede vivirse como cómodo o al menos seguro.
A veces lo achacamos al cansancio físico fruto de la actividad y las preocupaciones cotidianas y realmente es un motivo. Lo que diferencia esto de lo que se conoce como Síndrome de Burnout podemos apreciarlo sencillamente descansando. Si es cansancio acumulado es posible desconectar, aunque lleve unos días de adaptación a las jornadas de descanso, sucederá y se disfrutará de lo planeado.
Cuando hay un problema enmascarado en cualquier área de nuestra vida, el descanso no repara, permanece la ansiedad, en forma de irritabilidad o de apatía, empañando cualquier actividad lúdica. Permanece la sensación de estar “quemados” sin ilusión ni perspectivas.
Ayuda bajar el ritmo y plantearse las necesidades, de modo que encontremos las preguntas adecuadas que hemos de responder. Desde luego, sobra decirlo, el ejercicio físico es un gran aliado para refrescar la mente, andar, simple y efectivo, oxigena y permite, literalmente avanzar.
Plantearnos aspectos mejorables que estén en nuestra mano, reorganizar nuestros tiempos y acciones. Hemos de tener en cuenta que los cambios sustanciales requieren un proceso y un método adecuado. Cada cual tiene modo efectivo de encontrar lo que necesita, y si no es así, conviene pedir ayuda profesional, información, incluso una buena lectura de apoyo, puede ser una manera de encontrar respuesta.