Transacción Cruzada Tipo I o Transferencial.
El estímulo, a pesar de ser de Adulto a Adulto, es percibido por el destinatario como si fuera del Padre a su Niño, y por eso éste responde de su Niño al Padre. Las personas que tienden mucho a este cruce, tienen muy desarrollado el Niño Adaptado (por haberse dirigido a ese Estado del Yo la mayoría de los mensajes tempranos que recibieron en su vida), ya sea Sumiso o Rebelde. Son fáciles de «enganchar», lo cual denotan por su conducta no verbal (gestos, actitud, tono de voz), y verbal (por le tipo de palabras y construcción de frases) propias de un niño asustado, culpable o desafiante.
Sus padres utilizaron demasiado el Estado Padre del Yo para educarlos y por ello emocionalmente les dejaron fijados en etapas adolescentes o preadolescentes del desarrollo, con sumisión o rebeldía ante la autoridad.
Esta es la típica transacción transferencial psicoanalítica, donde el paciente «transfiere» o proyecta a su Padre interno sobre el terapeuta, el alumno sobre el profesor, y el subordinado sobre el jefe. Según Berne, esta transacción es la que ocasiona más problemas en el mundo.
Sin embargo, no siempre es «transferencia», ya que en muchas ocasiones el Niño es provocado sutilmente a aparecer, por el tipo de estímulo que recibe (contratransferencia de psicoanalistas, de la cual no están conscientes, y que llaman «transferencia del paciente»). Esto ocurre cuando el estímulo es doble como ocurre en las transacciones dobles.
Kertész (2003)